lunes, 4 de diciembre de 2006

35.Día 15: AFRICA ES, CON JUSTICIA, UN NOMBRE DE MUJER

La mañana que me iba, era ya la cuarta que la zona centro de Korogocho amanecía sin suministro de agua. Los habitantes del slum iban cargados de bidones amarillos que llenaban en los barrios cercanos (yo ya tuve que hacerlo y esos bidones pesan una autentica barbaridad). Había algunos niños que los arrastraban como podían y sobre todo mujeres, que ataban los extremos de una tela al asa del bidón y se lo colgaban de la frente, cargándolo sobre la espalda. Era un sobreesfuerzo y las pobres iban que les temblaban las piernas al andar, pero es que aquí las mujeres son tratadas como mulas de carga y la típica imagen de mujeres portando cosas encima de la cabeza podría simbolizar perfectamente el status que tienen en la sociedad. No se veía a ningún hombre cargando bidones a no ser que utilizara una buena carretilla o ayudado por tecnología. El papel del hombre con la llegada de la modernidad en gran parte del país ha quedado tan desdibujado y borroso que da hasta pena: violentos, borrachos, maltratadores, irresponsables, vagos… Pocos hombres dan la talla y crean una fuerza constructiva para una sociedad muy machista que se vuelca con ellos. Las mujeres por el contrario han tomado la carga de todas las responsabilidades de los hijos, del hogar, del ahorro doméstico, de la comida, de la educación... Aquí en Korogocho en muchas familias no existe la figura del padre, y según dicen los misioneros, la mayoría son madres solteras (separadas tras malas experiencias matrimoniales, por ejemplo) que se buscan la vida como pueden y cuyos hijos pertenecen frecuentemente a diferentes hombres. Yo me preguntaba a veces, que si solo hay street boys, ¿dónde están las street girls? Pues sencillamente teniendo hijos y empezando a desempeñar todo tipo de responsabilidades, porque aquí se casan jóvenes (desde los 14), y generalmente con un hombre que le supera bastante en edad. Hablando un poco a la ligera se podría decir que aquí las madres lo son TODO, los padres probablemente tan solo una fuente de problemas. Claro, en el centro de Nairobi y las zonas ricas la situación es mas similar a la de nuestros países occidentales, con discursos de igualdad semejantes, lo cual no quita que la situación de la mujer en el continente se pueda definir como la de un ciudadano de segunda categoría con muchas mas obligaciones que derechos y que sin embargo carga con todo el peso de la sociedad siendo el sustento y apoyo de la misma. Yo pienso que ellas son parte de la solución, las actuales protagonistas, la mayor parte del progreso y la prosperidad que se coseche en África les pertenece.

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