lunes, 20 de noviembre de 2006

11.Día 3: IMPOSIBLE

Como los padres acordaron recogerme en casa a eso de las tres, por la mañana las hermanas me enseñaron alguno de sus proyectos, estaban muy bien organizadas y tenían grandes responsabilidades, en total eran unas cinco (más las visitas) la hermana Carmina (española) me enseñó “Kariobangi Women promotion Project”, un bellísimo proyecto, una escuela de mujeres donde aprendían artesanía tradicional africana, la asistencia era total, y todo estaba bien cuidado para poder darles salida, sin hacerlas dependientes de la institución, había unas 120 alumnas escogidas en función de su situación, servicio de guardería incluido (aquí tienen hijos desde muy pronto), con el dinero de las producciones de la escuela (manteles, jerséis, alfombras, camisetas…) co-financiaban la escuela. Sin embargo las dificultades son muchas y la hermana Carmina peleaba en varios frentes abiertos, incluso el profesorado constituía un elemento de pulso constante. Aquí, que un proyecto como este haya salido adelante es casi un milagro. Actualmente querían elaborar un catálogo, me pidió colaboración y yo tan feliz.
Posteriormente con la hermana Sandra (italiana) pude ver el dispensario, atestado de gente (de 300 a 500 al día), y con un equipo de enfermeros/as estupendo (laboratorio, farmacia…) Era el único de la zona, otro milagro inexplicable. La hermana Sandra con pulso firme y una mente prodigiosa coordinaba todo aquello armoniosamente (con sus casi 70 años!!), el que podía pagaba sus medicinas el que no, iba a hablar con ella. Había gente realmente desesperada, tener un hijo enfermo y no poder comprarle medicinas no es algo fácil de llevar. Sin embargo, por motivos económicos nadie se quedaba sin sus medicinas. Lo más común: malaria, sida y gastroenteritis (las condiciones higiénicas en los suburbios brillan por su ausencia). El dispensario tiene una bonita historia, hace unos años un grupo de jóvenes estuvo ayudando aquí, se quedaron impresionados con la labor de las hermanas y prometieron volver, desafortunadamente un día que esquiaban uno de ellos murió en un accidente, el resto de sus colegas fundaron una asociación con el nombre de su amigo para realizar el sueño que este varias veces había pronunciado: construir un edificio en condiciones para poder asistir a las gentes de la misión. Hará un año lograron terminarlo.

1 comentario:

Ángel dijo...

Soy Nuria de nuevo; escribo para comentaros que a partir de ahora habrá entre uno y dos mensajes nuevos cada día.
Si veis q lo último que leisteis no concuerda con lo nuevo es que hay más de un mensaje nuevo.