lunes, 27 de noviembre de 2006

17.Día 5: KOROGOCHO CITY

Korogocho es un slum como otros muchos en Nairobi, y como en las grandes ciudades del tercer mundo. Es un fenómeno muy nuevo que se debe en gran parte a los movimientos de los pueblos hacia las ciudades; la nueva generación ha recibido educación y buscan una vida mejor, un estilo de vida mas acorde a los cánones de modernidad, alejándose de la que se considera aburrida y ruda vida de pueblo. Desde luego la vida que acaban teniendo aquí es considerablemente peor, lo cual no evita que sigan llegando gente con grandes y pequeños sueños que en muy pocas ocasiones acaban teniendo salida. Los slums son contenedores que recogen a todo tipo de gente, lo único que tienen en común es su ausencia de medios, y su inexistencia para las autoridades locales (muchos no tienen ni carné de identidad). Como no pueden pagarse un terreno (ni alquilarlo), construyen casas de chapa que luego llegan a realquilar, pero como el suelo es propiedad del Estado, de vez en cuando llega la policía y las excavadores y queman barriadas o las destruyen desalojando a los pobres sin dar ninguna otra solución. Estas acciones se dan sobre todo cuando se acercan las elecciones, para mostrar la firmeza del gobierno y de paso su falta de escrúpulos. Todos los habitantes del slum son "ilegales". Por otro lado, hay abastecimiento de agua y la electricidad, y se pagan unas cuotas reducidas a administraciones cercanas, esto crea un poco de polémica, pero no demasiada porque el servicio es tan malo e inconstante que es extraño poder disfrutar del mismo durante una semana seguida. A nosotros además nos pinchan las cañerías y roban agua de vez en cuando. Esto es un submundo que vive al margen de todo lo demás, aquí por ejemplo montar un negocio es relativamente sencillo, si tienes una cámara de fotos de los años 70 montas una tienda de fotos, con una televisión y un video puedes retransmitir partidos de fútbol (o películas) cobrando entrada, todo tipo de cocina, y se puede vender cualquier cosa, eso si, a precio de submundo. La gente se gasta lo que gana casi de inmediato, estas son las renombradas personas del tercer mundo que viven con menos de un dólar al día. En Korogocho uno de los centros económicos y sociales es el gigantesco estercolero que lo limita, un monstruo que hecha humo, pues los trabajadores del ayuntamiento intentan reducir a escombros las montañas de basura. Allí pastan los animales, allí van las gentes a buscar comida u objetos re-vendibles o utilizables, allí se esconden las armas, allí se cuecen los asuntos mas turbios de la ciudad. Nadie que no esté ya con la mierda hasta el cuello se mete en esa montaña de putrefacción y hedor insoportable. El estercolero contamina las aguas de los ríos cercanos, contamina la lluvia (en korogocho solo hay lluvia ácida) y empeora las ya deplorables condiciones higiénicas del slum que en si mismo no es mas que basura y chatarra. Pero el gran problema aquí es el sida, se dice que en Kenya uno de cada 10 habitantes es HIV+, en Korogocho la cifra sube a 1 de cada 3. Aquí no hay viejos, lo que si que hay son muchos huérfanos que acaban convirtiéndose en los llamados "niños de la calle", que no tienen referentes, ni cariño de ningún lado, ni oportunidades, ni educación y se dedican a esnifar pegamento, a robar, buscarse la vida en el estercolero y otras lindezas. Cada pandilla de "street boys" tienen a un par de chicas de referencia con las que todos practican el sexo (sin contar con las prostitutas): sida garantizado a los 16 años. El trabajo mas que escaso es imposible de encontrar (hablamos de un salario decente), lo cual genera riadas de hombres borrachos y holgazanes que dejan a la mujer con toda la responsabilidad de sacar adelante el hogar y a los hijos (si no hay otro remedio prostituyéndose claro está, porque estamos en una sociedad muy machista no olvidemos, la mujer lo tiene mucho mas difícil). Con tanto tiempo libre el sexo es la vía de escape mas solicitada por hombres y mujeres, a poder ser lo más promiscuamente posible, estés casado o no. El sexo es el auténtico deporte nacional y el sida campa a sus anchas. Todas las muertes y migraciones conllevan la perdida de las raíces; de la identidad cultural y familiar, la destrucción de la moral, las tradiciones, la familia, del orden, del sentido de la existencia. Es por ello que se dan cita solo aquí unas 80 sectas (es bastante difícil de calcular), con mayor o menor actividad publica (te los encuentras bailando, organizando karaokes participativos, realizando ritos), aquí ,montar una religión es sencillo; te coges a un par de amigos, un lema, a poder ser unas cancionzuelas, le cortas la cabeza a un cabritilla y como aquí la gente está tan perdida que se agarra a lo que sea, si además ofreces cierta ayuda a costa de las donaciones de los pobres infelices que han ido a dar contigo, pues mejor que mejor. Por supuesto también hay muchos musulmanes, cristianos y muchas religiones tribales. Registradas hay cerca de 100 ONG’s (el 95 % de ellas no se sabe muy bien el motivo de su existencia y su labor aquí) y todo esto en una de las zonas mas densamente pobladas de las que debe haber en el planeta. No muy lejos de aquí esta el slum mas grande de África ("Kibera"), dicen que ese es mucho peor, que al menos en Korogocho puedes andar mas o menos holgadamente por las calles. El padre John me dijo que Korogocho no era tan mal sitio, que al menos aquí no detestan a los extranjeros como pasa en países como Etiopía o Eritrea. No se si ha merecido la pena este largo artículo para haceros comprender los aspectos que yo hasta ahora he logrado averiguar sobre este sitio, intentando poner las cosas un poco en orden en mi cabeza. Tan solo una pregunta: Habéis comprendido algo? Yo tampoco.

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