lunes, 27 de noviembre de 2006

19.Día 6: UN DISTINTO CONCEPTO DEL TIEMPO                               

Como era Domingo había mucha actividad en Korogocho. Había dos turnos de misa consecutivos (tres en la parroquia de Kariobangi) para poder albergar a toda la gente en la iglesia que se abarrotaba por completo. Las niñas de las "Flower Girls" ultimaban lo que habían ensayado durante la semana (por su cuenta), el coro también se reunía todas las semanas a ensayar y afinaba las ultimas notas, la trouppe de monaguillos se ponían las vestimentas litúrgicas que la cooperativa de mujeres había hecho para ellos y todo el mundo participaba de la autentica fiesta que suponía una misa. Pero claro para mí dos horas de misa en swahili eran mas que suficiente, y es que aquí en Kenya el tiempo se prolonga fácilmente, no hay ningún tipo de prisa y como muchas veces la gente no tiene reloj, la puntualidad es relativa. Por otro lado, la misa es el sitio ideal para conocer gente, y pude conocer al jefe de los scouts de Korogocho con el que planee participar en su reunión del sábado próximo tras una larga conversación. También conocí a un emprendedor y simpatiquísimo profesor (aspirante a misionero comboniano) que al saber mi trabajo en España me ofreció participar en una idea que estaba desarrollando para trabajar con un grupo de chavales, dos días mas tarde nos reuniríamos. El resto de la mañana estuve paseando y me encontré con un gran tumulto que rodeaba una especie de teatro de variedades al aire libre que había organizado una ONG. Se elegía a Miss Korogocho entre canciones y bailes. Allí conocí a Philip, un artista bohemio que me explicaba que ese era el típico entretenimiento de la gente del slum. El tenia un grupo artístico y estaban haciendo un documental con una italiana, todo aquello me intereso y quedamos en vernos al día siguiente, me dio seguridad saber que el padre Danielle los conocía y pidieron ayuda a la parroquia para el documental. Parecía un buen chaval.
Por la tarde se reunían todos los grupos de catequesis de la zona a celebrar el "Domingo Misionero" y realizaban actuaciones. Al principio alucinaba con los bailes y cantos, que cultura tan rica! y que ritmo tenia esa gente!, pero tras los 20 minutos de cada actuación de repetitivos movimientos empecé a desear que todo eso acabase por fin. Menos mal que allí estaban algunos chavales que ya conocía y jugábamos a chorradas, pero pasábamos el tiempo. Cuando cogieron confianza empezaron a tocarme el pelo, y uno dijo "Es suaaaaveeee", el bello de mis brazos también era toda una atracción, pues ellos no tienen y era cotidiano el que se me acercaran niños y empezaran a acariciar el brazo como si yo fuera un animalillo silvestre. Al terminar las actuaciones (gracias a Dios!!) y ya fuera les dije "queréis ver algo interesante?", cuando ya estaban listos me levante la camiseta enseñando el pecho lobo; los niños se echaron para atrás y empezaron a chillar como descosidos, luego rieron y comentaron entre ellos. Ganarme a los niños era fácil, mis pelos me convertían en un espectáculo de circo.

1 comentario:

Kake dijo...

Y pensar que algunos se depilan....jajaja

Lindo, me alegra saber que estas disfrutando y aprendiendo tanto de esta experiencia.

Cada día te admiro más como amigo pero, sobre todo, como persona (en todo el explendor que debería tener el significado de persona)
Sigo, en la medida que el tiempo de la vida en España me permite, tus vivencias.

Un beso y abrazo muy grande. Sigue siendo siempre así de lindo.
Kake ;)